El maskané ya es una realidad
Horas y horas con mascarilla. Este nuevo complemento a nuestro día a día que se ha impuesto de forma obligatoria puesto que no podemos asegurar la distancia de seguridad, tanto en la calle como en nuestro trabajo, institutos, etc. Nos guste o no la mascarilla se ha convertido en una necesidad por nuestra salud. Pero para las personas con problemas dermatológicos como el acné o la irritación, la mascarilla se ha convertido en su peor enemigo. No sé si habrás oído hablar del maskné, pero desgraciadamente esta patología ya es una realidad.
La falta de oxigenación y el roce prolongado de la mascarilla genera la aparición de un tipo de acné acentuado. La humedad y el vapor, así como la secreción de saliva y mucosidad bloquea el conducto de la secreción sebácea. La falta de oxigenación y roce taponan los poros de la piel y producen la aparición de granitos.
Las personas con la piel sensible o con tendencia a padecer dermatitis atópica, dermatitis seborreica, acné o rosácea facial pueden haber notado un empeoramiento de sus enfermedades debido al uso de las mascarillas.
Te daremos unos consejos para convivir con esta nueva situación:
Rutinas de higiene: mantén tu piel limpia, pero no laves la piel del rostro más de lo necesario. Lavar la piel muy frecuentemente o con productos agresivos puede empeorar el acné.
Hidrata tu cara con productos especiales para piel sensible de textura fluida: las cremas grasas contribuyen a la abrir el poro,.
Sustituye tu mascarilla con frecuencia: el uso prolongado disminuye su eficacia y aumenta la humedad y el calor que empeora la situación de nuestra piel.
Evita el maquillaje en la zona de la mascarilla: así disminuyen la absorción de toxinas y suciedad por tus poros.